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Lleno de alegría e impaciencia, el hombre salió corriendo hacia el cruce para encontrar tan sólo tres tiendas de poca importancia. En una vendían piezas metálicas; en otra, madera; y en la tercera, alambres finos. Nadie ni nada de lo que allí había parecía guardar relación alguna con la revelación de la Verdad.
Defraudado, el buscador volvió al pozo para pedirle una explicación, pero éste tan sólo le dijo: “Lo entenderás en el futuro”. Cuando protestó el hombre, todo lo que recibió a cambio fue el eco de sus propias voces. Indignado por haber hecho el tonto –o, por lo menos, así lo pensaba él entonces-, continuó su viaje en busca de la Verdad. Con el paso de los años se fue borrando de su memoria el recuerdo de esta experiencia del pozo, hasta que una noche, mientras paseaba a luz de la luna, llamó su atención el sonido de la música de un sitar. Era una música maravillosa y estaba tocada con gran maestría e inspiración.
Emocionado, el buscador de la Verdad se sintió atraído por el músico. Miró sus dedos que bailaban entre las cuerdas. Observó atentamente el sitar y, de repente, explotó en un grito de alegría: estaba hecho con los alambres y los trozos de metal y madera que había visto en las tres tiendas y creía que no tenían utilidad alguna.
Por fin había entendido el mensaje del pozo: Siempre se nos da lo que necesitamos; nuestro cometido es unirlo y utilizarlo de la manera más apropiada. Nada tiene significado mientras consideremos sus componentes por separado; pero, cuando se unen formando una síntesis, aparece una nueva entidad cuya naturaleza no habíamos previsto al considerarlos por separado.
De la misma forma, la falta de síntesis en el ser humano es causa de serias dificultades. Gran parte de las enfermedades mentales, desequilibrios y depresiones se dejan sentir cuando nuestros elementos internos no guardan entre sí la debida conexión o chocan unos con otros. Pero también observó que, cuando se combinan en grupos cada vez mayores, sentimos una descarga de energía, una sensación de bienestar y un significado mucho más profundo en nuestras vidas.