Hola amigos, como ya saben, debido a mi situación de descanso forzado, lo que mas he podido hacer en estos días es leer, en la cama tranquilita. Por ello tampoco he podido pasar a visitarles como sería mi deseo. Espero que pronto pueda hacerlo.
Entre los libros que he leído en estos días, y de los que les iré comentando poco a poco, está “El camino de la espiritualidad de Jorge Bucay”, que creo de lectura obligada para todos los que no cejamos en nuestro deseo de profundizar en nuestro interior.
No se trata de un libro de autoayuda, sino que el autor te plantea preguntas que te llevan a la reflexión sobre temas como dejar de vivir tan de prisa, ser más agradecido, disfrutar del placer de ser útil a los demás, ser optimista, reír… Todo ello con el objeto de acercar al individuo desde lo cotidiano, sin creencias ni prejuicios, a lo intangible, a lo trascendente.
El libro esta escrito de una manera muy sencilla, y como ya es costumbre en el autor, esta lleno de fábulas y anécdotas.
Entre los libros que he leído en estos días, y de los que les iré comentando poco a poco, está “El camino de la espiritualidad de Jorge Bucay”, que creo de lectura obligada para todos los que no cejamos en nuestro deseo de profundizar en nuestro interior.
No se trata de un libro de autoayuda, sino que el autor te plantea preguntas que te llevan a la reflexión sobre temas como dejar de vivir tan de prisa, ser más agradecido, disfrutar del placer de ser útil a los demás, ser optimista, reír… Todo ello con el objeto de acercar al individuo desde lo cotidiano, sin creencias ni prejuicios, a lo intangible, a lo trascendente.
El libro esta escrito de una manera muy sencilla, y como ya es costumbre en el autor, esta lleno de fábulas y anécdotas.
Jorge Bucay transcribe en el libro una metáfora de Raj Dharwani, que yo también quiero transcribir por la maravilla que encierra:
“¿Has cavado alguna vez un pozo en busca de agua?
Aunque estés cavando en el lugar correcto, al principio sólo encuentras tierra, rocas y basura.
Después de mucho trabajo encuentras el lodo, que dificulta el trabajo ensuciándolo todo. Sientes verdadero deseo de abandonar la búsqueda.
Un poco más abajo llegas al agua, aunque te decepciona: al principio el ansiado líquido está muy sucio y contaminado.
Si eres capaz de insistir, y sigues cavando, llegarás al agua limpia, que brotará por fin desde el fondo, cada vez más pura”.
El que busca se encontrará un día con que la luz que llega se funde con la oscuridad que parte, y su interior se abre cual flor mirando al cielo y el firmamento de su vida se llena de pétalos de rosas y entonces todo cobra sentido…