Sigo esperando, tejiendo lunas
en las madrugadas,
a que los vientos me acerquen al alba
y la mañana llegue enamorada,
trayendo aromas de esencias lejanas.
Y es que cada día desde la distancia
traspasas montañas,
en las madrugadas,
a que los vientos me acerquen al alba
y la mañana llegue enamorada,
trayendo aromas de esencias lejanas.
Y es que cada día desde la distancia
traspasas montañas,
llegas a mi vida con tu voz pausada
que aleja los ruidos, acaricia el alma
y llenas de brillo mis ojos cansados.
Alejas tinieblas,
las brumas se apartan,
devuelves la calma.
Contigo yo viajo del ocaso al alba
por eso mis días siempre te reclaman.
Lo real no obstruye el suspiro del cielo,
el anhelo clama y murmullos marinos
evocan los besos que un día nos dimos
y surge la llama que aviva el sentido,
la pasión se enciende y vuelve el idilio.
que aleja los ruidos, acaricia el alma
y llenas de brillo mis ojos cansados.
Alejas tinieblas,
las brumas se apartan,
devuelves la calma.
Contigo yo viajo del ocaso al alba
por eso mis días siempre te reclaman.
Lo real no obstruye el suspiro del cielo,
el anhelo clama y murmullos marinos
evocan los besos que un día nos dimos
y surge la llama que aviva el sentido,
la pasión se enciende y vuelve el idilio.
Autor: Belkis Torres Franco