Aunque haya dejado
parte de mis alas en cada surco invisible,
en cada curva del
aire,
me alegro por esos
pasos perdidos,
por cada estrella que vibra y me agita los
sentidos,
por las huellas en
mis poros que alimentan mis anhelos,
por todo lo que he
vivido.
Yo no comparto el
encono,
solo me guardo lo bueno que a mi derredor
impera
y me aferro con
tesón al sentimiento de amor,
ese que todo que
entrega,
el que mueve mil montañas
y me ayuda a ir descalza sobre el fuego
e internarme en la
selva sin miedo al vendaval
que a veces
amenaza e intenta desplazar
todo lo bello que se envuelve en los sueños.
Yo me acojo al
perdon para con mis hermanos llenos de lunas negras.
Quiero que alguna
vez se le enciendan las velas
y se eleven sus
vuelos.
No quiero ver el
fango, sino la dignidad,
no quiero las espinas, solo miro las rosas
No quiero ver
desierto, sino el bosque frondoso
Sera que soy ilusa
o estoy en la verdad
Solo veo claridad…
Escrito por:
Belkis Torres Franco
11.05.18
El perdón brinda belleza. Y la belleza se encuentra
ResponderEliminaren los ojos y en el alma de quien mira.
Besos, Belkis
Belkis, el sentimiento de amor te aporta perspectiva y ves más allá de la oscuridad y el odio...Cuando perdonamos, nos elevamos y vemos la luz, la belleza y la grandeza espiritual que a todos nos espera...Un buen y profundo poema, amiga.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño, Belkis.